La oleada de protestas por la subida de los precios del petróleo, que protagonizaron la pasada semana los pescadores, se amplia día a día a otros sectores que ven como sus negocios se resienten por el encarecimiento del crudo. Tras las grandes expectativas aventadas por el propio Ministerio de Transportes de que el acuerdo con los transportistas podría quedar zanjado ayer mismo, el resultado del encuentro cayó como un jarro de agua fría en el sector del transporte.
De poco sirvió que el mismísimo ministro de Transportes, el comunista Jean-Claude Gayssot, recibiese, por turnos, a los presidentes de las tres organizaciones convocantes de la protesta para abonar el terreno al director de Transportes Terrestres, Hubert du Mesnil, quien les recibió juntos por la tarde. Entorno a la mesa de esta reunión, que apenas duró una hora, se sentaron dirigentes de los organismos convocantes de la protesta: patronal Federación Nacional de Transportistas por Carretera (FNTR), la Federación de Empresas de Transporte y Logística de Francia (TLF) y de la Unión Nacional de Organizaciones Sindicales del Transporte (Unostra).
A última hora, también se hizo un hueco para la Federación de Transportes de Pasajeros (FNTV, transportes por autocar), que ayer se sumó oficialmente al bloqueó de refinerías, lo cuál podría complicar la vuelta a clase hoy de los escolares franceses. «El Gobierno nos ha pedido pura y simplemente a los organismos profesionales que presentemos nuestras reivindicaciones y ha vuelto a explicar el mecanismo de carburante profesional en el contexto europeo y el plan de rebajas fiscales presentado el pasado jueves», lamentó Hervé Le Jeune, un dirigente de la FNTR, que aglutina a 15.000 empresas de transportes de Francia.