Poco tiempo queda ya para la llegada del 13 de septiembre, fecha en que los palestinos pretenden declarar el Estado palestino independiente, y tiempo es lo que no hay, o por lo menos, eso es lo que el presidente estadounidense, Bill Clinton, hizo saber ayer a su homólogo egipcio, Hosni Mubarak, con el que se entrevistó en El Cairo, sin dejar pasar la ocasión de destacar que el país objeto de su visita tiene un importante papel en el proceso de Paz.
«El tiempo apremia y las otras partes comprenden que sin compromiso, el liderazgo y el apoyo de Egipto, no se conseguirá» el acuerdo de Paz, declaró Clinton antes de entrevistarse con Mubarak. El presidente estadounidense afirmó que «el papel de Mubarak ha sido esencial en el proceso desde hace unos 20 años y, en todo caso, durante mi mandato». «Intentamos trabajar juntos y ver si encontramos un modo de ayudar a las partes a superar este nuevo e importante obstáculo», añadió. Las negociaciones entre israelíes y palestinos están bloqueadas, después del fracaso de la Cumbre de Camp David, que trató, sobre todo, el particular estatus de Jerusalén. Hasta ahora los palestinos rechazan el proyecto de reparto de soberanía presentado por Israel y Estados Unidos.
«Intentamos hacer lo que podemos para encontrar una solución al problema entre Israel y los palestinos», declaró, por su parte, Hosni Mubarak, añadiendo que su Gobierno estudiará «en qué medida podemos ayudar a las dos partes a llegar a un marco, lo que es muy importante». El presidente egipcio se manifestó optimista ante la posibilidad de llegar a un acuerdo, ya que «con la cooperación de Estados Unidos, lo conseguiremos». El consejero para la Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Samuel Berger, que acompañó a Clinton, declaró, a su vez, que hay que «encontrar una solución sobre Jerusalén, así como para las otras cuestiones pendientes», esto es lo que «yo calificaría como compromiso honorable».