Ben Ami realizó estas declaraciones tras reunirse en Madrid con el representante de la política exterior de la UE, Javier Solana, quien negó que discrepe del Gobierno español por su disposición a respetar esta proclamación, anunciada para el 13 de septiembre, pero precisó que los Quince acordaron garantizar el derecho palestino a un Estado sin concretar «cuándo se va a ejercitar o a reconocer por parte de Europa».
El ministro israelí desaconsejó a la UE que respalde esta iniciativa y advirtió a los palestinos que aplicarla perjudicaría su propia causa en un momento en que conviene darse prisa para reanudar el diálogo en septiembre y no dilatar en exceso las negociaciones, porque a su juicio el tiempo para alcanzar un acuerdo es «limitado» y, si no se aprovecha esta oportunidad, se puede ir «de mal en peor» Asimismo, tras entrevistarse dos horas con Solana, solicitó a la UE que realice un «esfuerzo de coordinación» con EE UU en lo relativo a Oriente Próximo, ya que «no coinciden siempre en sus planteamientos», y, en este sentido, señaló que su Gobierno aspira a que los países europeos adapten su contribución a los «grandes parámetros» del proceso, sin apoyar «pasos unilaterales».
Ben Ami explicó que israelíes y palestinos no han dejado de mantener contactos «ni un momento» desde la interrupción de las conversaciones de Camp David y confió en que «a lo mejor en algún momento a lo largo de septiembre, posiblemente hacia finales de mes», ambas partes estén preparadas para «ir a una cumbre» en la que puedan asumir «decisiones históricas» y llegar al fin del conflicto.
La fecha del 13 de septiembre fijada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para proclamar unilateralmente un Estado independiente no supone una «fecha límite» para Israel, pero Ben Ami confía en que Yaser Arafat no llegue a poner en marcha esta iniciativa, porque sería «sumamente perjudicial» para el proceso de paz y «un tiro en la culata» contrario incluso a la causa palestina.