La guerrilla separatista chechena atacó la noche del jueves a las tropas rusas en Ingushetia y planea incursiones contra Daguestán, en un intento de desestabilizar la situación en todo el Cáucaso Norte, denunció ayer el Kremlin. Al menos seis guerrilleros chechenos y dos soldados rusos murieron junto a la localidad ingush de Novi Alkún, cuando un destacamento rebelde atacó una columna militar rusa que se dirigía desde Osetia del Norte hacia Chechenia.
Según el mando de las tropas federales que actúan en el Caúcaso Norte, los extremistas islámicos fueron repelidos por las tropas y huyeron en dirección a Chechenia. El territorio de Ingushetia, pequeña república situada al oeste de Chechenia, es paso obligado para los convoyes rusos que transitan entre Osetia del Norte, donde está la principal base militar rusa en el Cáucaso norte, y Chechenia. La oficina de prensa del Kremlin para Chechenia comunicó el jueves que los separatistas islámicos preparan varios comandos para perpetrar atentados terroristas en el territorio de Daguestán, república con la que Chechenia limita al este. Las autoridades rusas indicaron que no se descarta que uno de los objetivos de dichas incursiones sea «preparar el terreno para la llegada de fuerzas más numerosas procedentes de Chechenia».
En la víspera, el portavoz del Kremlin para el conflicto, Serguéi Yastrzhembski, reveló que los servicios secretos rusos disponen de datos que indican que los separatistas preparan una «ofensiva terrorista» en varias ciudades de Chechenia. Fuentes militares rusas informaron de que las últimas 24 horas la guerrilla islámica lanzó 30 ataques contra posiciones y unidades de las fuerzas federales. Un columna con tropas del Ministerio del Interior de Rusia cayó en una emboscada junto a la localidad de Chernokózovo, en la que murió un oficial de la policía al ser aplastado accidentalmente por el camión tras el que se protegía del fuego enemigo.