Al menos ocho personas murieron y decenas resultaron heridas al estallar una bomba en un paso subterráneo de la avenida Tverskaya, en el centro de Moscú. La explosión se produjo en torno a las seis de la tarde en ese paso subterráneo por el que se accede también a la plaza Pushkin, uno de los lugares de paseo preferidos por los moscovitas a estas horas del día. La cadena de televisión NTV mostró imágenes de personas que salían del subterráneo con el rostro ensangrentado y las ropas destrozadas, mientras una nube de humo flotaba sobre la avenida.
Inmediatamente, la policía acordonó la zona, cortó la avenida y evacuó a los primeros muertos y a los heridos de mayor gravedad. El responsable de las ambulancias enviadas al lugar de la explosión, Lev Akopián, señaló que había más de veinte personas, entre adultos y niños, con cortes, quemaduras e intoxicación que han sido llevadas a varios hospitales cercanos. La policía de Moscú desactivó ayer un segundo artefacto explosivo en la zona donde a media tarde estalló una bomba que causó al menos ocho muertos y decenas de heridos. A las siete de la tarde, una hora después de la primera explosión, la policía dijo que gracias a un robot detector de explosivos localizaron este segundo artefacto.
Yuri Luzhkov, alcalde de Moscú, acusó a terroristas chechenos de ser los responsables de la explosión. El presidente de Chechenia, Aslán Masjádov, dijo ayer que las guerrillas separatistas bajo su mando no están implicadas en la explosión ocurrida ayer en un paso subterráneo en el centro de Moscú. «El gobierno checheno lamenta ésta tragedia en la que pueden haber víctimas civiles», precisó Masjádov.