Las tropas rusas redoblaron las medidas de seguridad en Chechenia en prevención de una ofensiva rebelde en el cuarto aniversario de la captura de la capital, Grozni, por la guerrilla separatista, que se cumple hoy domingo.
Fuentes del mando federal afirmaron ayer que en varias localidades chechenas los extremistas islámicos han distribuido octavillas instando a la población a abandonar sus hogares ante la inminencia de acciones armadas de gran envergadura. Las tropas rusas han intensificado los controles en carreteras y caminos y realizan registros en ciudades y aldeas en busca de guerrilleros. Según el jefe adjunto del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, general Valeri Manílov, sólo en Grozni, la capital chechena, actúan clandestinamente más de medio millar de extremistas islámicos.
El mando de los rebeldes informó ayer a través de la agencia digital Kavkaz-Tsentr de que un comando chechén lanzó el viernes un ataque contra un puesto fortificado de los federales en Grozni y mató «al menos a diez soldados rusos». También ayer, según la versión de los separatistas, se registraron intensos combates en las montañas del sur de Chechenia, donde las tropas rusas intentaron, pero sin éxito, hacerse con las alturas de Guezguin-lam. El mal tiempo reinante en el Cáucaso Norte impidió ayer los vuelos de la aviación federal, que en los últimos días realizó una media diaria de 40 misiones de bombardeo.
Tres cooperantes de la Cruz Roja Internacional han desaparecido en una zona de Georgia fronteriza con Chechenia, adonde habían viajado para una misión humanitaria con los desplazados chechenes que huyen de los combates.