El embajador de Filipinas en Indonesia, Leonides Caday, fue ayer víctima de un sangriento atentado con bomba en su residencia de Yakarta, en el que resultaron heridas 22 personas, él entre ellas, y otras dos perdieron la vida, confirmaron fuentes oficiales. Caday, que ocupó el cargo de subsecretario de Asuntos Exteriores para Inmigración, estaba acreditado en Yakarta desde febrero de 1999 y nunca había recibido amenazas, según fuentes oficiales filipinas.
Aunque ningún grupo ha asumido aún la autoría del atentado, todo apunta a que se trata de una acción ligada al separatismo musulmán de la sureña isla filipina de Mindanao. El presidente de Indonesia, Abderrahman Wahid, no dudó en vincular el atentado con el grupo Abu Sayaf, que mantiene secuestradas a 29 personas en la isla de Joló, entre ellas nueve turistas extranjeros y tres periodistas franceses.
La bomba estalló a las 12.30 hora local a las puertas de la residencia del embajador filipino cuando éste se encontraba en el interior de su vehículo con su chófer. Leónides Caday se encuentra estable, aunque tiene rotas las dos piernas, según el director del hospital donde le atendieron, el doctor Ichramsyah, aunque fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores de Filipinas añadieron que además tiene un golpe en la sien y magulladuras por todo el cuerpo.