Las autoridades electorales venezolanas manifestaron anoche su «optimismo» al asegurar que la jornada de comicios múltiples transcurrió con normalidad y que el porcentaje de instalación y de operación en las mesas de votación fue «altísimo» en todo el país. El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), César Peña, manifestó que ante la concurrencia popular es posible «derrotar» el pronóstico oficial de que la abstención podría superara el 52 por ciento.
El aplazamiento de los comicios múltiples "que debían celebrarse el pasado 28 de mayo pero fueron suspendidos por insuperables fallos técnicos" la larga y tediosa campaña, las vacaciones escolares y el cansancio del electorado tras seis convocatorias a las urnas en menos de dos años, fueron obstáculos para los votantes a pesar de la trascendencia de la elección. Peña aseguró que «funcionan la mayoría» las más de 7.000 urnas electrónicas controladas por la empresa española Indra, donde deben ser depositadas las tarjetas para elegir al presidente, la Asamblea Nacional de 165 miembros, 23 gobernadores, 219 diputados regionales, 336 alcaldes y 13 concejales metropolitanos, doce escaños para el Parlamento Latinoamericano y cinco para el Andino.
Sin embargo, se pudieron constatar las denuncias divulgadas por los medios locales sobre la inoperancia parcial o total de varias máquinas en Caracas, Vargas y en el central estado de Carabobo, lo que obligó a depositar los sufragios en urnas tradicionales. Los medios también denunciaron que varios centros de votación caraqueños carecían de las tarjetas electorales, y que en dos de ellos varios electores recibieron tarjetas con un candidato presidencial ya marcado.