Con uno de los más sangrientos ataques de los últimos meses, que deja un total de 43 muertos entre policías y rebeldes, las FARC, las guerrillas colombianas, prosiguieron su campaña militar de respuesta al Plan Colombia, la estrategia del Gobierno de Andrés Pastrana contra el narcotráfico.
La campaña, que comenzó el miércoles pasado, ha costado la vida a siete civiles y ha dejado heridos a 27. Durante casi once horas hombres de los frentes 21 y 50 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) asaltaron Roncesvalles, en el departamento de Tolima, suroeste del país, y acabaron con la vida de 13 de los 14 agentes del puesto de Policía.
En el ataque también murieron cinco insurgentes, que cayeron en el casco urbano de la población, así como otros quince que el Ejército asegura haber abatido en la persecución.