El Banco Central Europeo (BCE) instó ayer a los gobiernos que integran la zona euro a que reformen los sistemas de pensiones e introduzcan reformas con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del sector público y afrontar el problema del progresivo envejecimiento de la población, en su informe correspondiente al mes de julio hecho público ayer.
Así, el instituto emisor europeo instó a los gobiernos a que reduzcan sus déficit y el nivel de endeudamiento para sanear las finanzas públicas antes de que el grueso de los pensionistas supere en número a la población activa. Además, se mostró a favor de que los estados de la zona euro, que registrarán una alta participación de las pensiones en los presupuestos de la Administración Pública, antepongan la sostenibilidad de los sistemas de pensiones a las necesidades financieras a corto plazo. Por otra parte, el BCE lamentó que la mayoría de los países de la zona euro esté aún discutiendo la aplicación de las medidas necesarias, cuando ya deberían estar preparados para afrontar el envejecimiento social y el aumento del gasto social que supone.
Entre las reformas que propone el instituto emisor para solucionar la situación destaca, además del ajuste de la edad legal de jubilación, «el endurecimiento» (recorte) de las pensiones del actual sistema de reparto y la combinación de éste con un sistema de capitalización con participación del sector privado. Para el BCE, aparte de unas finanzas públicas saneadas, es necesario aplicar una serie de reformas específicas en los sistemas de gasto social. «Deberían enmendarse las distorsiones existentes en los mercados de trabajo de la UE, debidas a las cargas fiscales y a los desincentivos a la oferta y demanda de trabajo», añadió.