La tranquilidad que reinó durante el día de ayer en Belfast, se tornó violencia la madrugada del miércoles, en la cual se produjo el asesinato de un hombre. La víctima, cuya identidad no ha sido divulgada, murió de heridas de bala esta madrugada en la localidad de Larne durante los disturbios extendidos por toda la provincia, en los que resultaron heridos 21 policías en las últimas horas.
Los investigadores sospechan que el asesinato fue cometido por paramilitares protestantes que se han unido a las protestas contra la prohibición de los desfiles orangistas por los barrios católicos.
El cadáver fue encontrado en medio de numerosas personas cerca de una hoguera encendida por los manifestantes en una calle de Larne, a unos 30 kilómetros de Belfast. Entre los incidentes de la noche del miércoles destacan los ataques incendiarios contra dos iglesias y un recinto orangista, mientras el servicio de bomberos norirlandés recibió 400 llamadas de emergencia. Las protestas y los graves disturbios nocturnos han ido en aumento y se han extendido en los últimas doce días, después de que la Comisión de Desfiles desvió el recorrido de las marchas orangistas del pasado domingo en Portadown y la de ayer por Belfast para impedir que pasen por barrios católicos.
Las protestas y los graves disturbios nocturnos han ido en aumento y se han extendido en los últimas doce días, después de que la Comisión de Desfiles desvió el recorrido de las marchas orangistas del pasado domingo en Portadown y la de ayer por Belfast para impedir que pasen por barrios católicos. Los miembros de 250 organizaciones orangista acompañadas por 150 bandas de música desfilarán por la calles de Belfast, pero las fuerzas del orden han levantado muros metálicos para impedir su entrada en la zona católica de Ormeau Road, por donde se les ha prohibido desfilar.