Japón elegirá hoy a sus diputados tras una breve campaña electoral protagonizada por las expectativas de recuperación económica y los deslices verbales del primer ministro, Yoshiro Mori, cuyo futuro dependerá de que el Partido Liberal Demócrata (PLD), que domina la vida política japonesa desde hace 50 años, consiga una clara victoria.
Las últimas encuestas evidencian como ganadora a la coalición tripartita formada en torno al PLD. Sin embargo, la incertidumbre reina en el país debido a la «indecisión» de una buena parte del electorado, alimentada por la falta de unidad en la oposición. De hecho, más de la mitad de los votantes reconocieron «no identificarse con ningún partido». Un total de 101 millones de electores acudirán a las urnas para elegir, en una única vuelta, a sus 480 diputados, de los que 180 serán designados por el sistema proporcional. El resultado final dependerá en parte del tiempo que haga hoy, que según las previsiones meteorológicas, será lluvioso en todo el archipiélago, y del éxito de las campañas para sensibilizar a la población de que acudan a votar, aseguran los especialistas.
En su opinión, el PLD teme una movilización del electorado por el riesgo de que ésta aumente el «voto de protesta». Mori reconoció incluso, aunque de forma implícita, la preocupación de su partido al respecto y aconsejó a «los que no tengan interés en las elecciones que mañana se queden en cama».