En medio de las encontradas reacciones por el dictamen de privar a Pinochet de su inmunidad como senador vitalicio, plasmado en un documento de 55 páginas, muchas voces coincidieron en que el fallo a la Justicia chilena es una prueba de lo que las autoridades chilenas afirmaron cuando Pinochet estaba detenido en Londres.
«Este dictamen constata que en Chile está funcionando la democracia y que tal como dijeron todos los sectores políticos cuando Pinochet estaba en Londres, en nuestro país existen los canales adecuados para hacer justicia», subrayó el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Barrueto. Con él coincidió el presidente de la Democracia Cristiana, Ricardo Hormazábal, quien dijo que el desafuero confirmó que en el país «hay igualdad ante la ley». «Es una muy buena noticia que funcionen los tribunales de Justicia y que en Chile realmente hay igualdad ante la ley, que hay un poder independiente. Podemos estar satisfechos de cómo funcionan nuestros tribunales», indicó el líder del principal partido de Gobierno.
Por otro lado, la atención de los partidarios y de los detractores de Augusto Pinochet se dirige desde hoy a la Corte Suprema de Chile, que deberá ratificar o revocar el fallo adoptado este lunes por la Corte de Apelaciones, que privó al ex general chileno de su inmunidad parlamentaria. Los abogados querellantes, en tanto, no dudaron, a la luz de la contundencia del fallo y sus argumentos, en que el máximo tribunal ratificará el dictamen del tribunal de alzada.