Los líderes de catorce Gobiernos reformistas se han puesto por objetivo «rehabilitar la política» en un mundo en el que los mercados financieros abarcan cada vez más espacio y en el que los ejecutivos deben buscar instrumentos para otorgar un rostro humano a la globalización.
En tan sólo tres horas de reunión, los gobernantes de países con trasfondos políticos y culturales completamente distintos, como lo puedan ser Estados Unidos, Sudáfrica o Argentina, intentaron encontrar denominadores comunes para hacer frente a los problemas de la globalización. «Hay que facilitar el regreso de la política y lograr un equilibrio entre la política y los mercados», dijo Schroeder al presentar las conclusiones de la reunión.
La idea principal es crear una red de comunicación permanente en la que los 14 países que la integran por ahora estén en igualdad de condiciones, independientemente de su tamaño. Para ello se ha convocado ya una reunión de expertos, en Lisboa, el próximo mes de julio. Preguntado sobre cómo se puede asegurar el seguimiento de estos trabajos si la pertenencia de un país al grupo depende del color político de su gobierno, que puede cambiar tras una elección, el canciller contestó que el grupo «no se disolverá pase lo que pase». El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, subrayó que la meta de los gobiernos modernos debe ser buscar el equilibrio entre crecimiento económico y justicia social; asumir conjuntamente los retos de la globalización, y aprovechar las oportunidades que ésta ofrece.