La situación se degradó ayer en el sur del Líbano, donde por primera vez desde la retirada israelí murieron tres civiles y otras diez personas fueron heridas por balas israelíes y por el estallido de una mina. El primer civil murió durante un enfrentamiento debido al nerviosismo reinante. En un comunicado, las Fuerzas de Seguridad Interior (FSI) informaron que «como consecuencia de una pelea, Chadi Ataya disparó con una pistola contra Gergi Hajj», habitante de Rmeich, de 50 años, quien murió como consecuencia de las heridas.
Según un habitante, el autor de los disparos es un partidario del Hizbulá chiíta que había pasado dos años y medio en la prisión de Khiam, dirigida por el Ejército del Sur del Líbano, en la antigua zona ocupada.
Otros cuatro civiles, tres libaneses y un palestino, resultaron heridos por tiros del Ejército israelí en la frontera, donde una masa llegada del Líbano se agolpó junto a las alambradas y provocó a los soldados israelíes.
Por otra parte, dos niñas murieron ayer y otras seis personas fueron heridas, entre las cuales cuatro niños, al estallar una mina en una carretera de la zona ocupada hasta el miércoles pasado por Israel, en el sur de Líbano, anunció la policía.
Desde la liberación del sur del Líbano, centenares de miles de civiles han acudido a esta región a la que no podían acceder desde hacía 22 años, sin que se haya llevado a cabo ninguna operación de desminado sistemático.
A lo largo de la mañana ayer, pequeños grupos de jóvenes libaneses realizaron breves incursiones de algunos metros en territorio israelí y lanzaron piedras contra los soldados israelíes, insultándolos.
El emisario especial de la ONU para Medio Oriente, Terje Roed-Larsen, telefoneó ayer al presidente libanés Emile Lahoud para pedirle que «ponga fin a estas provocaciones».
Los jóvenes libaneses estaban alentados por un millar de manifestantes que gritaban: «¡Hizbulá, niña de mis ojos, ataca Kiryat Shmona!», localidad del norte de Israel.
Para impedir las incursiones, los soldados israelíes dispararon
al principio balas intimidatorias por encima de la masa.
El Gobierno libanés dio a la Fuerza Interina de Naciones Unidas en
el Líbano (FINUL) garantías de que tomará medidas para impedir una
repetición de los incidentes en la frontera», informó una fuente
próxima a la FINUL.