Más de cien palestinos resultaron heridos de balas disparadas por israelíes ayer en los territorios, donde por segundo día consecutivo los palestinos manifestaron su solidaridad con los detenidos por Israel. Un palestino de 29 años, Issa Adel Karakra, gravemente herido el viernes por una bala de goma disparada por un soldado israelí en Ramalá, Cisjordania, falleció ayer, indicaron fuentes médicas. Era uno de los 50 palestinos heridos el viernes, en el primero de los «Dos días de cólera» decretados en solidaridad con los 1.600 palestinos detenidos en Israel, y de los cuales varias decenas cumplen una huelga de hambre desde principios de mayo.
Con la muerte de Karakra, ascienden a cinco los palestinos que murieron desde el domingo pasado en los territorios palestinos, escenario de violentos enfrentamientos protagonizados principalmente entre policías palestinos y soldados israelíes. Según testigos y fuentes hospitalarias, unos 110 palestinos resultaron heridos ayer, en su mayoría levemente. Testigos afirmaron además que los soldados israelíes habían usado balas verdaderas y balas de goma. Estas nuevas manifestaciones tuvieron lugar a pesar de la llamada lanzada el viernes por el primer ministro israelí, Ehud Barak, a la Autoridad Palestina de Yasser Arafat para que contuviera la ola de violencia.
«No podemos aceptar este tipo de incidentes. La Autoridad (Palestina) debe encontrar los medios para controlar a las fuerzas de seguridad de manera más eficaz», declaró Barak, quien estudia postergar una visita a Estados Unidos que debía iniciar mañana, debido a la tensión reinante. El viernes, la dirección palestina respondió a Barak, acusando a Israel de ser «totalmente responsable de los graves resultados de su política de opresión contra una acción popular que apunta a obtener la liberación de los prisioneros y poner fin a la colonización».