La entrega de una lista de peticiones por parte del grupo musulmán Abu Sayyaf, que no liberó a la alemana Renate Wallert "gravemente enferma" como se esperaba, abre una nueva vía hacia la puesta en libertad de los 21 rehenes de la isla filipina de Joló, donde ayer desaparecieron once periodistas.
La policía desconoce el paradero de diez informadores alemanes y franceses y uno filipino, que desaparecieron al parecer a primera hora de la tarde, cuando rebasaron la zona de seguridad y se adentraron en la selva, informó el portavoz del Comando Sur del Ejército, coronel Hilario Atendido. Los periodistas cubrían precisamente la anunciada liberación Wallert, gravemente enferma.
El plazo para la puesta en libertad de Wallert, que cumplía ayer 20 días de cautiverio y cuyo estado de salud empeora por momentos, era ayer, como en jornadas anteriores, las últimas horas antes del ocaso. «Nos han dado una lista de peticiones que tenemos que estudiar», dijo un abatido y lacónico Abdulaziz Rajab Azzarouq, ex embajador libio en Manila, a su regreso de una reunión con Abu Sayyaf.
Tras un primer contacto por la mañana, Azzarouq y otros tres negociadores regresaron por la tarde en una ambulancia con equipo médico a la selva para un segundo encuentro con sus interlocutores. Poco antes de la puesta de sol, un portavoz de Abu Sayyaf anunció que sus dirigentes aún «no han llegado a una decisión colectiva» sobre la liberación de Wallert. Este grupo musulmán secuestró el pasado 23 abril en la isla malasia de Sipadan a las 21 personas que mantiene en Joló, en el sur de Filipinas.