Los tres jueces del Tribunal de Apelaciones de Atlanta martillearon ayer con incisivas preguntas a los abogados del caso del niño Elián González sobre su petición de asilo político en EE UU y si corre peligro si regresa a Cuba. Pero ya uno de ellos, el juez James Edmondson, había advertido antes de comenzar la vista que, basándose en las preguntas que hicieran, sería muy arriesgado sacar conclusiones sobre cuál será su veredicto.
La intensa y dramática sesión duró hora y media en una sala repleta de periodistas, abogados y público. En una de las primeras filas se encontraban los familiares de Miami del balserito de seis años. Kendal Coffey, abogado de Lázaro González, tío abuelo de Elián, dijo que el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) no había cumplido con la ley, al no concederle al niño un audiencia para estudiar su petición de asilo político.
La familia de Miami asegura que si Elián regresa a Cuba será objeto de una depuración política, que no seria una persona libre y que EE UU es un buen lugar para quedarse. El abogado de Juan Miguel González insistió en que sólo su padre puede hablar en nombre de Elián y que no ha pedido asilo político.
El juez Joel Dubina lanzó una pregunta envenenada: «Si Juan Miguel González es un padre amante de su hijo, ¿cómo se explica que tardara casi cinco meses en venir a buscarlo a Estados Unidos?». Craig explicó que por cuestiones burocráticas y políticas, tan difícil es salir de Cuba como entrar en Estados Unidos.