El Dresdner Bank anunció ayer la ruptura del proceso de fusión «entre iguales» con el Deutsche Bank por diferencias infranqueables sobre la estrategia común sobre uno de los sectores más rentables, la banca de inversión. En un comunicado que sorprendió incluso a algunos de los miembros de su consejo de administración, el Dresdner acusaba al Deutsche de haber «exigido la venta total o parcial del Dresdner Kleinwort Benson» y de «no estar dispuesto a aceptar propuestas constructivas para el proceso de integración de la banca de inversión».
En estas condiciones, «una fusión no puede estar en interés de los accionistas, clientes y empleados del Dresdner Bank», decía el comunicado divulgado ayer por la tarde. El presidente del Deutsche Bank, Rolf E. Breuer, declaraba a la televisión alemana que había recibido al mediodía la notificación del Dresdner sobre la ruptura de las negociaciones para la alianza y que éstas, definitivamente no serán reanudadas.
Breuer deploró esta decisión y admitió que se debió a divergencias entre ambas entidades sobre el futuro del Dresdner Kleinwort Benson, una filial que volvió a calificar de «joya» entre las subsidiarias de los dos bancos, pero que estaba dispuesto a vender o fragmentar, pese a haberlo negado inicialmente.
Explicó que la intención del Deutsche Bank era vender total o parcialmente el Kleinwort Benson o integrarlo en el banco resultante de la alianza, pero que el Dresdner rechazó ambas opciones, lo que no permitía garantizar la generación de más valor para los accionistas del Deutsche.
Con la ruptura de la fusión, el Deutsche también deshace el acuerdo con la aseguradora Allianz para venderle la gestora de fondos DWS y traspasarle un porcentaje de la banca minorista agrupada actualmente en el Deutsche Bank 24. El gran perdedor de la jornada fue Allianz, que tiene el 21'7 por ciento de participación del Dresdner y el 4'9 por ciento del Deutsche, al haber caído ayer sus acciones un 14 por ciento a causa de la noticia de la ruptura de la fusión.