En una tensa espera, los familiares en Miami del niño balsero Elián González reanudaron ayer las negociaciones con el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) sobre dónde y cuándo entregar el menor a su padre, quien puede llegar pronto a Estados Unidos. En Miami hay un creciente nerviosismo ante posibles actos masivos de protesta para evitar que el niño, de seis años, sea sacado a la fuerza de la casa de su tío abuelo Lázaro González, en «La Pequeña Habana» de esta ciudad estadounidense.
Los abogados de Lázaro González iniciaron con funcionarios del INS la quinta ronda de negociaciones bajo la impresión de que se discuten los detalles más cruciales sobre este problema de custodia internacional. El Gobierno norteamericano está dispuesto a traspasar la custodia del niño a su padre, Juan Miguel González, que podría viajar pronto desde Cuba a Washington acompañado de familiares, psicólogos y una profesora de la escuela donde estudiaba el pequeño, además de doce compañeros de Elián de su escuela.
Las tensas negociaciones están centradas en saber dónde y cómo se entregará el niño a su padre. Los familiares en Miami siguen poniendo condiciones de que antes un equipo de tres psicólogos independientes debe evaluar el daño mental que se puede causar a Elián con un cambio súbito de entorno y un eventual regreso a Cuba. Y piden que Juan Miguel González venga a su casa en Miami para que, «sin abogados y prensa presente, la familia arregle este asunto».