Las diferencias sobre cómo solucionar el problema de la deuda exterior africana han puesto de manifiesto el abismo que separa a la Unión Europea (UE) y Àfrica en esta cuestión, que será crucial en los debates de la Cumbre de El Cairo. En la reunión que ayer mantuvieron los ministros de Exteriores de los Quince y de los 52 países africanos para preparar la Cumbre UE-Àfrica, que se inicia hoy en la capital egipcia, los representantes europeos se negaron a comprometerse en la cuestión de la deuda.
Por estas diferencias, los ministros han encontrado problemas para elaborar el temario que han de discutir los jefes de Estado y de Gobierno hoy y mañana. Los estados europeos creen que el problema de la deuda africana se ha de solucionar a través de las instituciones financieras internacionales», Banco Mundial (BM), Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Club de París. La deuda conjunta de los países de Africa suma 350.000 millones de dólares (unos 60 billones de pesetas) y son el principal impedimento para el desarrollo del continente.
Así pues, el alivio o cancelación de la deuda externa o la restitución de los tesoros culturales sacados ilegalmente, que eran las principales reivindicaciones africanas, fueron temas aplazados. Los países africanos advirtieron de que no querían que esta cumbre se convirtiera sólo en una gran «foto de familia», sino que debía tener resultados concretos.
Entre los muchos dirigentes cuya presencia es segura, aparte del presidente español, José María Aznar, asistirán un rey (Mohamed VI, de Marruecos), al menos 35 presidentes, 20 primeros ministros y un «guía de la revolución» (Muamar el Gadafi, de Libia) asistirán al encuentro. El presidente francés Jacques Chirac será el único jefe de Estado europeo presente en la Cumbre. El resto de países de los Quince estará representado por sus primeros ministros, salvo Reino Unido, que delega en su ministro de Exteriores, Robin Cook.
Por parte africana, aparte de los mencionados, estarán los presidentes de los «grandes» países africanos, como Sudáfrica (Thabo Mbeki), Nigeria (Olusegun Obasanjo) o Argelia (Abdelaziz Buteflika). Sólo estará ausente Somalia, enfrascada en una guerra civil que le impide tener una representación unificada.