Las sanciones contra Austria de sus socios en la UE aumentaron ayer aún más la brecha entre el Gobierno del Partido Popular y del Liberal de Jörg Haider y la oposición de socialdemócratas y verdes, y evidenciaron que cada una de ellos sólo confía en sus propias recetas para acabar con el bloqueo al país. En la sesión parlamentaria de ayer la petición del Gobierno de que la oposición le «cubra las espaldas» condenando las sanciones, para acudir con ese apoyo a la cumbre de la UE de este mes, fue contestada con una contra-propuesta socialdemócrata y con la negativa de los verdes, con lo que el debate quedó en tablas.
Los socialdemócratas abogaron por la creación de un grupo que controle si el Ejecutivo respeta los principios pro UE del preámbulo del programa de Gobierno, idea que tampoco recibió el respaldo de los verdes, quienes defendieron, sin embargo, la necesidad de atenerse a ese texto gubernamental.