Con sus victorias en las primarias del denominado «supermartes», Gore y Bush se han quedado solos y es cuestión de días la renuncia de sus respectivos rivales: Bill Bradley y John McCain. Un portavoz de Bradley confirmó ayer que el ex senador de Nueva Jersey piensa anunciar hoy su salida de la campaña y su apoyo a Gore. Gore tendrá así el camino despejado para afrontar con garantías la batalla electoral contra Bush que, en la práctica, comenzó en la misma noche del «supermartes», cuando ambos lanzaron las primeras andanadas dialécticas contra el adversario de noviembre.
La renuncia de McCain también se espera para los próximos días, ya que su victoria en cuatro estados de Nueva Inglaterra es insuficiente para mantener viva la llama de su campaña tras la derrota en tres grandes estados, como California, Nueva York y Ohio. Las primarias han dejado más heridas en el campo republicano que en el demócrata y el gobernador de Tejas está obligado ahora a captar el voto de los moderados, independientes y centristas que respaldaron mayoritariamente a John McCain. En el día después del «supermartes» han comenzado a dispararse los rumores sobre los candidatos a vicepresidentes que elegirán Gore y Bush para impulsar sus campañas.
Bradley y McCain son los primeros citados. Un portavoz de Bradley calificó de conjeturas tal posibilidad y reiteró que el ex senador no tiene intención de aspirar a ese puesto. Los asesores demócratas tampoco parece que vean a Bradley como el candidato idóneo, aunque elogian su disposición a respaldar a Gore y, sobre todo, la competencia durante las primarias que han hecho del vicepresidente un mejor candidato.