El líder de la extrema derecha austriaca, Jörg Haider, dimitió anoche de la presidencia del Partido Liberal (FPOE), según anunció ante los dirigentes de la formación, explicando que a partir de ahora pasaría a ocupar un cargo de consejero, añadió la agencia oficial APA. Tras conocer la decisión, Estados Unidos manifestó que la dimisión es «un paso en la dirección correcta», aunque advirtió que ello no implica que abandone su preocupación por coalición de Gobierno en Viena.
Haider justificó su decisión afirmando que no quería «obstaculizar el trabajo del Gobierno» encabezado por el canciller conservador Wolfang Schuessel. Tan sólo tres semanas después de hacer que su partido llegara al poder, Haider abandona pues la presidencia de la formación, que pasa a ocupar la vicecanciller, Suzanne Riess-Passer, de 39 años. Haider dará una conferencia de prensa para explicar las razones de una decisión que los rumores venían anunciando desde mediodía.
«Haider reflexiona sobre su dimisión», titulaba el diario de gran tirada 'Kronen Zeitung' en la edición que tenía que aparecer mañana. «Una sola cosa está clara: con Haider como compañero, el Gobierno no puede salvarse», afirmaba el diario en su editorial.
Washington, que ya antes había señalado por boca del portavoz del Departamento de Estado, James Rubin, que una dimisión de Haider «no podría perjudicar» las tensas relaciones entre Washington y Viena, mantuvo sus reservas sobre la coalición entre conservadores y extrema derecha, aunque considerando que la decisión «es un paso en la dirección correcta».