La compañía anglo-holandesa Unilever suprimirá 25.000 empleos en cinco años, fundamentalmente en Europa y Estados Unidos, lo que significa más del 10 por ciento de sus efectivos laborales, y cerrará unas 100 fábricas, informaron ayer en fuentes de la empresa. Unilever es propietaria en España, entre otras compañías, de Frigo, empresa de helados; Revilla, de embutidos, y Frudesa, empresa de productos congelados, y cuenta con alrededor de 4.000 empleados. Sin embargo, se desconoce en qué manera repercutirá en España la reducción de puestos de trabajo prevista por la empresa anglo-holandesa.
En la actualidad, el grupo cuenta con 246.000 empleados y 300 unidades operativas en 88 países. La compañía anunció que a partir de ahora se centrará en la promoción de algunas de sus marcas en el mercado internacional para acelerar su crecimiento.
Entre estas marcas figuran las fragancias Calvin Klein, los productos de belleza Dove y Lux, los helados Magnum y el té Lipton. Unilever invertirá 1.000 millones de libras esterlinas (267.469 millones de pesetas) antes del año 2004 para potenciar las cuatrocientas marcas escogidas de entre 1.600 y prevé que sus divisiones crezcan en torno al 6 por ciento anual.
La compañía anglo-holandesa también suprimirá alrededor de 100 fábricas en todo el mundo, lo que le supondrá unos costes estimados de 3.000 millones de libras esterlinas (unos 800.610 millones de pesetas).
Las fábricas más afectadas por la reestructuración serán las situadas en Europa, América del Norte y América del Sur, según precisa el comunicado difundido por la multinacional. El director ejecutivo de Unilever, Antony Burgmans, aseguró que la reducción de efectivos laborales «es una medida necesaria para el saneamiento de la compañía a largo plazo» inscrita en el plan de aceleración del crecimiento, y que los cambios que se llevarán a cabo «mejorarán significativamente el resultado operativo». Burgmans precisó que la mayor parte de los despidos se llevará a cabo en las direcciones regionales, así como en las de las marcas líderes. «Esto sólo es la evolución lógica de la estrategia que perfilamos en la década de los 80», explicó el director.