La tensión creció ayer en la dividida ciudad kosovar de Mitrovica, donde soldados de la KFOR bloqueron el paso a unos 12.000 manifestantes albaneses que intentaban cruzar a los barrios serbios.
El portavoz de la KFOR en Mitrovica, François Mergerlin, informó de que las tropas multinacionales chocaron con los albaneses al sobrepasar éstos el primer cordón de la KFOR, establecido a unos 20 metros del puente sobre el río Ibar, línea divisoria de la ciudad.
Recurriendo a gases lacrimógenos y porras, la KFOR obligó a la masa a alejarse del puente, en el están destacadas unos 200 efectivos multinacionales y 20 vehículos blindados. La KFOR estableció cinco cordones de seguridad en los accesos al puente por el lado albanés, meridional, de Mitrovica y uno por el lado serbio, en el norte de la ciudad. Unos 5.000 hombre serbios se concentraron en su orilla del Ibar a la espera del desenlace de la situación en la parte albanesa, en la que, según sus fuentes, los manifestantes persistieron en su intento de cruzar el puente. Mientras, serbios de localidades aledañas acudían a Mitrovica y una marcha de 20.000 albaneses de la capital, Pristina, intentaba llegar a la ciudad para protestar por su división.
Unos 80.000 albaneses viven en los barrios del norte de Mitrovica, mientras en el sur se han congregado 10.000 serbios, muchos huidos de otras partes de Kosovo después de la guerra y el despliegue de las misiones internacionales en la provincia. Tras el rebrote de violencia registrado a principios de mes, con una docena de muertos, la KFOR reforzó sus efectivos, impuso el toque de queda nocturno y prohibió manifestaciones como la de ayer. «Los serbios no respetarán el toque de queda (que empezó a las 17.00 horas) hasta quedar convencidos de que su seguridad no se verá perjudicada», afirmó uno de los líderes de esa comunidad, Nikola Kabasic.