Las negociaciones continúan, mientras los secuestradores del avión afgano retenido en el aeropuerto londinense de Stansted liberaron ayer al noveno rehén, y los 150 restantes se preparan a pasar una tercera noche en el interior del aparato. Según informó ayer la policía británica, el rehén liberado es un varón de nacionalidad afgana, de entre 40 y 45 años, aquejado de problemas respiratorios, posiblemente asma.
El varón liberado ayer se suma a los otros ocho que pudieron abandonar el avión el pasado lunes, entre ellos dos bebés que fueron atendidas con síntomas de deshidratación. Según informó la policía, las únicas demandas que han presentado hasta ahora los secuestradores, «por increíble que parezca», son las relativas a que se les facilite comida y agua y se limpie el avión.
Las negociaciones continúan «en un clima profesional» y podrían prolongarse durante varios días, afirmó el jefe de la policía de Essex, el condado donde se encuentra Stansted, John Broughton. La principal preocupación de los agentes que negocian con los secuestradores es «garantizar la seguridad» de los rehenes, informó Broughton, quien aseguró que se ha establecido una relación «positiva» con los captores. «Existe una probabilidad auténtica de que podamos conseguir una solución pacífica» al incidente, agregó.