Las patronales francesas del transporte por carretera bloquearon a lo largo de la jornada de ayer todas las fronteras de Francia en protesta por la subida registrada por el precio del gasóleo, así como contra la reducción de la jornada laboral prevista en un proyecto gubernamental de 39 a 35 horas semanales.
Esta movilización, que continuará hoy, provocó importantes retenciones en los pasos fronterizos españoles, sobre todo en Biarritz, aunque únicamente para los camiones. Las principales asociaciones de transportistas españolas mostraron su apoyo a estas reivindicaciones, aunque criticaron el método empleado, ya que éste tiene repercusiones negativas en el tráfico de mercancías español.
Los camioneros franceses colocaron cerca de 50 barricadas en las fronteras terrestres y marítimas, con alrededor de 2.000 camiones pesados, para bloquear la entrada en Francia de camiones extranjeros procedentes tanto de España, como de Bélgica, Alemania e Italia, aunque sí permitieron la entrada de vehículos particulares y de transporte de pasajeros. Además, bloquearon también los puertos de enlace con el Reino Unido. Tras una «reunión de crisis» entre las cuatro federaciones del sector, la Federación Nacional del Transporte por Carretera (FNTR) anunció que la movilización continuará hoy.
Por su parte, la Comisión Europea dio ayer a Francia dos días para que explique este bloqueo, solicitando de forma específica a París que precise la naturaleza y la amplitud del movimiento y las medidas que se podrían llevar a cabo para garantizar la libertad de circulación de mercancías entre los Estados miembros.
En España, el secretario general de la patronal mayoritaria, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), Javier de Mauricio, mostró su apoyo a los transportistas franceses, ya que, a su juicio, la implantación de la jornada de 35 horas es «inviable».