Un motín militar declarado el jueves por reivindicaciones económicas desembocó el viernes, en el primer golpe de Estado en Costa de Marfil, uno de los países más extensos, prósperos y hasta ahora estables de Africa Occidental. El nuevo hombre fuerte, un ex-jefe de la Junta de Defensa, general Robert Guei, anunció en una intervención televisada la destitución del presidente Henry Konan Bedie y la formación de un comité militar de «salvación nacional».
El anuncio se produjo después de que los soldados rebeldes, que el jueves se hicieron con el control del centro de la capital, ocuparan en la madrugada del viernes el aeropuerto y mantuvieran diversas reuniones infructuosas con miembros del gobierno. Los líderes militares iniciaron ayer consultas con los partidos políticos para la formación de un nuevo gobierno.
Los golpistas, según fuentes diplomáticas, tratan de incluir en el ejecutivo a las fuerzas políticas más representativas, en un intento de ofrecer una imagen de pluralidad y ganarse la confianza de una comunidad internacional que ha condenado su asonada. Los nuevos líderes militares, encabezados por el general Robert Guei, han mantenido con ese objetivo contactos con los principales dirigentes de la oposición, Alasane Uatara y Laurent Gbagbo, rivales tradicionales del ayer depuesto presidente Henry Konan Bedié.