La fecha más probable del «asalto final» a la capital de la república separatista son los próximos días 24 y 25, dijo un miliciano de unidades paramilitares chechenas que combaten del lado del Ejército ruso. El ministro ruso del Interior, el general Vladímir Rushailo, fue más cauto y se limitó a señalar que «los plazos de la toma de Grozni está fijados», pero que, naturalmente, «no se pueden adelantar el tiempo, la hora y el lugar de la operación».
Desde hace tres días, militares rusos alistan a chechenes en esta ciudad situada a 31 kilómetros al sur de Grozni. Las milicias chechenas prorrusas se encuentran al mando del ex alcalde de Grozni, Bislán Gantamírov, a quien Moscú quiere convertir en uno de los próximos líderes de la república. Condenado a seis años de cárcel en Rusia por malversar fondos enviados por Moscú para obras de reconstrucción al gobierno prorruso en la anterior guerra, Gantamírov fue indultado por el presidente de Rusia, Borís Yeltsin, para crear unidades paramilitares y luchar del lado federal.
Las milicias prorrusas, que reciben armas y prestan juramento de lealtad, deben servir de fuerza de choque en los combates por la capital, dijeron sus integrantes. Posteriormente, integrarán las cuatro comisarías de policía que el mando militar ruso pretende instalar en Grozni tras la toma de este reducto rebelde, defendido por unos 4.000 guerrilleros.