El euro resistió ayer los envites del dólar para alcanzar la paridad con esta moneda, aunque le faltó muy poco, y hacia las 16.40 de ayer se cambiaba en Fráncfort a 1'0078 dólares frente a los 1'1014 del mediodía. El Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio oficial del euro en los 1'0077 dólares.
Fuentes del mercado comentaron que fue por la tarde cuando los operadores intentaron hacer descender a la moneda única hasta la paridad con el dólar.
La intervención del Banco de Japón para frenar el empuje del yen frente al dólar resultó en el alza del billete verde contra el euro, si bien ésta fue efímera.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, afirmó que la bajada del tipo de cambio del euro respecto del dólar «no pone en peligro la estabilidad de precios» en los países de la zona euro y pidió a los europeos que compartan su «confianza en un euro fuerte».
Duisenberg, que compareció ante la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, reconoció que «el euro ha mostrado signos de ir hacia la paridad» con la moneda estadounidense, lo que atribuyó a «los resultados bastantes mejores hasta ahora» de la economía norteamericana.
Pero inmediatamente descartó el uso de instrumentos monetarios y, en particular, una nueva subida de tipos, y tras preguntarse si la situación requiere una respuesta de política monetaria, él mismo se contestó, «la respuesta es no.» Sin embargo, recordó y respaldó la previsión de una «recuperación sana en los próximos dos años» de las economías de los 11 países del euro, presentada el pasado miércoles por la Comisión Europea, y auguró que «en un plazo de dos años, los resultados europeos podrían exceder los de Estados Unidos».