El Gobierno británico desarrolla una intensa actividad diplomática para lograr un acuerdo con Francia antes del martes que permita el levantamiento del veto contra la carne de vacuno procedente del Reino Unido.
Las conversaciones de alto nivel se centran en el programa de exportaciones que garantiza las condiciones sanitarias del vacuno británico, aunque el primer ministro Tony Blair ha subrayado que el Reino Unido no admitirá reformas en el plan, que ya ha recibido la aprobación de los científicos de la Unión Europea.
Blair dialogó ayer por teléfono con el presidente de la Comisión Europea (CE), Romano Prodi, para tratar sobre la crisis, que amenaza con agriar la cumbre anual anglofrancesa prevista para el 25 de noviembre en Londres y que en principio iba a centrarse en cuestiones de Defensa.
Por la mañana el jefe del Gobierno británico conversó durante
treinta minutos con su colega francés en un diálogo «amistoso» pero
que no dio fruto.
«Tenemos nuestra posición y ellos la suya; repetimos nuestra
posición y acordamos que era mejor seguir hablando sobre la
cuestión», indicó el portavoz oficial de Blair.