El atentado con un coche-bomba perpetrado ayer en Bogotá, que causó la muerte al menos a siete personas y heridas a veintiséis, dos días después de la explosión de otra bomba también en la capital colombiana, recordó la peor época del «narcoterrorismo» de la década pasada. El coche-bomba, cargado con unos 80 kilos de dinamita, según informó el alcalde bogotano, Enrique Peñalosa ocasionó enormes destrozos en viviendas, oficinas, entidades bancarias y vehículos.
El secretario de Gobierno de Bogotá, Héctor Riveros, reveló que poco antes del atentado, varios hombres abandonaron el coche-bomba frente a un local desocupado y huyeron en otro vehículo de color negro que es buscado por las fuerzas de seguridad. El presidente del país, Andrés Pastrana, que convocó a varios de sus ministros y a mandos miliares, policiales y de los servicios de información estatales, pidió establecer la identidad de los autores del atentado, pues teme el resurgimiento de la época narcoterrorista de la década pasada.
Pastrana pidió a los organismos de seguridad establecer si los atentados son obra del narcotráfico, como respuesta a las autorizaciones de extradición que hizo la Corte Suprema de Justicia esta semana. El pasado martes, la Sala Penal de ese Tribunal autorizó el envío a Estados Unidos, para ser juzgado por el delito de conspiración para introducir heroína, del colombiano Jaime Lara Naussa.
El miércoles, la misma Corte autorizó la extradición del venezolano José Fernando Flores Garmendia alias «El Gordo», al parecer un «hombre de confianza» de los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, jefes del desarticulado «cartel de Cali» y presos en una cárcel bogotana.
Hace pocas semanas, el presidente Pastrana advirtió, en un reportaje, que si los narcotraficantes realizaban atentados terroristas, los extraditaba. «A mí me hacen terrorismo y los extradito a todos», dijo entonces el gobernante colombiano a un diario español. Ayer, el ministro colombiano de Justicia, Rómulo González, advirtió que el Gobierno «extraditará a todos los narcotraficantes» para que sean juzgados en el exterior en caso de que se compruebe alguna relación con la explosión de un coche bomba en Bogotá. El ministro también advirtió que «ni el Gobierno, ni la sociedad colombiana se dejarán amedrentar» por acciones terroristas y responderá con medidas drásticas para contrarrestarlas.