En una reunión con la Mesa de Portavoces (Conferencia de Presidentes) del Europarlamento, Prodi anunció que aceptaba, una por una, las condiciones, entre ellas las que refuerzan los poderes del hemiciclo de Estrasburgo. Prodi se mostró dispuesto a cesar a uno de sus eurocomisarios a petición del pleno de la Cámara y aseguró que dará «una respuesta suficiente y relevante» a cada petición de ejercer la iniciativa legislativa que efectúe la asamblea, según figura en la transcripción de su intervención que se facilitó a la prensa.
«Acepto que si el Parlamento expresa que uno de los miembros de la Comisión ha perdido su confianza estudiaré seriamente si debo pedirle que dimita», dijo Prodi, quien precisó, no obstante, que una moción contra un eurocomisario debía tener «un apoyo político sustancial y representativo». Asimismo, Prodi asumió otras exigencias de los grupos políticos, como la supervisión por los eurodiputados de la reforma interna de la Comisión Europea, el compromiso de comparecer ante el Europarlamento cada vez que sea necesario y la presencia de la cámara en las negociaciones sobre la futura reforma de los tratados.
«Espero que estos compromisos demuestren claramente mis intenciones. Necesitamos trabajar juntos (el Ejecutivo y el Parlamento) con un claro entendimiento para que cada uno desempeñe su tarea y evitar, cueste lo que cueste, los malentendidos», manifestó. La presidenta del Europarlamento, Nicole Fontaine, valoró que estas garantías son «positivas y constructivas» y muestran la voluntad de Prodi «de entrar en una nueva fase de relaciones».