La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela impuso ayer su carácter soberano y dejó sin funciones efectivas al Congreso bicameral, seis días después de que hiciera lo mismo con la Corte Suprema de Justicia.
La ANC aprobó, en una acalorada sesión de nueve horas, un decreto de «emergencia legislativa» que suspende las sesiones del Congreso elegido por voto popular en noviembre pasado y limita sus funciones a una comisión delegada.
El decreto, que ratifica el carácter «originario» de la ANC, elegida el 25 de julio, y su supremacía sobre los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, establece la creación de una Comisión de Investigación que evaluará la gestión administrativa de esa rama y procesar a los legisladores que aparezcan como corruptos.
La ANC, controlada por el oficialista Polo Patriótico que apoya al presidente venezolano, Hugo Chávez, decretó la suspensión de las sesiones ordinarias y extraordinarias del Congreso, tras considerar como una provocación la decisión de los congresistas de interrumpir sus vacaciones legislativas y debatir a partir del próximo viernes las últimas resoluciones de ese cuerpo especial.
Antes de las vacaciones parlamentarias, la ANC y el Congreso llegaron a un acuerdo tácito para no interferirse en sus funciones y coexistir en un clima de paz, pero para los asambleístas «chavistas» el pacto quedó roto cuando la Comisión Delegada convocó al pleno bicameral.