Las tropas rusas intensificaron ayer los bombardeos de los poblados de Daguestán controlados por los separatistas islámicos y las operaciones de cerco y asalto para impedir que la guerrilla reciba refuerzos desde Chechenia.
El mando ruso informó de que en el distrito de Bótlij, donde opera la guerrilla, las tropas federales asaltaron el poblado montañés de Tando, uno de los principales baluartes rebeldes, y se hicieron fuertes en un sector periférico de la localidad.
El asalto fue lanzado después de un bombardeo masivo de Tando,
táctica por la que los federales optaron tras varios infructuosos
ataques por tierra.
El control de la localidad tiene gran importancia estratégica, ya
que está situada en lo alto de la montaña y permite a un centenar
de guerrilleros allí atrincherados someter a fuego de mortero el
aeródromo militar de esta zona, fronteriza con Chechenia.
Previamente, las unidades militares rusas completaron el cerco
de la zona para impedir que los rebeldes reciban refuerzos desde
Chechenia o se fuguen.
Operaciones análogas se llevan a cabo en todo el distrito de Bótlij
con empleo de artillería y aviación de combate, que en las últimas
24 horas interceptaron varias caravanas con pertrechos que acudían
en ayuda de los grupos guerrilleros.
En una de esas operaciones murieron 28 rebeldes islámicos y el
Ejército destruyó cinco vehículos con armas y municiones.
Otros siete guerrilleros sucumbieron en otra ofensiva federal por
el control del puerto montañoso de Jarami, al que atraviesa la
principal carretera por la que llegaban desde Chechenia vehículos
con material para los rebeldes.
Las operaciones del Ejército y las tropas de Interior son apoyadas por unos 25.000 integrantes de unidades paramilitares daguestaníes, milicias populares formadas tras el estallido del conflicto.