La milicia proiraní Hezbolá intensificó ayer, martes, sus ataques contra Israel en el sur de Líbano, después de jurar vengar el asesinato de uno de sus jefes militares, en un atentado con un coche bomba.
Combatientes del grupo integrista islámico atacaron, por la mañana, una unidad israelí en la «zona de seguridad», ocupada por Israel en el sur de Líbano desde 1978, y mataron a dos soldados e hirieron a otros seis, en un enfrentamiento armado, que duró cuatro horas, según fuentes policiales libanesas.
«Varios (solados israelíes) murieron o resultaron heridos en el enfrentamiento que se produjo después del ataque» de un comando de bautizado con el nombre del «mártir Ali Dib», dijo Hezbolá en un comunicado.
Dib, de 42 años, jefe militar de la Resistencia Islámica, brazo armado de Hezbolá, y conocido también con el apodo Joder Salame, murió ayer en un atentado perpetrado con un coche bomba en Sidón, a 40 kilómetros al sur de Beirut.
«Confirmamos que nuestra guerra abierta contra el enemigo continuará y estamos decididos a poner fin a la ocupación» israelí, afirmó hoy Hasan Nasralá, el secretario general de Hezbolá, durante los funerales de Dib.