El islamista checheno Chamil Bassaiev, nombrado ayer comandante supremo de la «guerra santa» contra Rusia en Daguestán, juró que continuará luchando hasta que Moscú abandone este territorio del Cáucaso ruso.
Desde el otro frente, Rusia asegura estar en condiciones de expulsar rápidamente a los extremistas islamistas, que ocupan varios pueblos de esta República desde el sábado, excluyendo, eso sí, la instauración del estado de emergencia.
«Vamos a luchar hasta que los rusos abandonen el territorio de la república», afirmó Chamil Bassaiev. La Shurá de Daguestán, organización islamista ilegal, adoptó ayer un documento en el que nombra a Bassaiev, ex primer ministro checheno, «comandante todopoderoso de los combatientes de Daguestán hasta la expulsión total de los infieles de la tierra prometida musulmana de Daguestán».
Por su parte, Bassaiev nombró a Emir al Khattab a la cabeza del Ejército islámico de Daguestán. Estos combatientes islamistas del movimiento extremista wahabita proclamaron el martes, desde los pueblos que controlan, una República independiente islámica en Daguestán sometida a la charía (ley islámica).
Además, hicieron un llamamiento a la guerra santa (Yihad) «contra los rusos que ocupan Daguestán desde hace un siglo». Chamil Bassaiev y el «comandante» de origen jordano Khattab son bien conocidos por los rusos, ya que ambos pelearon en la guerra de Chechenia (diciembre 1994-agosto 1996), al término de la cual esta república del Cáucaso ruso obtuvo de hecho su independencia.
Las autoridades rusas afirmaron ayer haberse enterado, al interceptar mensajes de radio, de que Khattab resultó herido en un bombardeo ocurrido el martes.
Chechenia, donde la charía fue decretada en febrero pasado, ha negado siempre de forma oficial haber participado en los acontecimientos de Daguestán.