El fiscal general turco pidió ayer al Tribunal de Casación que confirme la sentencia de muerte dictada contra el jefe rebelde kurdo, Abdulá Ocalan, dos días después de que éste pidiera a sus militantes que abandonen la lucha y el mismo día en que el PKK ha aceptado hacerlo.
Savas estimó que Ocalan ha «violado cientos de veces el artículo 125» del Código Penal turco que sanciona los atentados contra la integridad territorial de Turquía «conduciendo a sus militantes a cometer actos que, cada uno por separado, puede ser considerado un crímen contra la Humanidad», indicó la agencia Anatolia.
Este informe se ha emitido dos días después del llamamiento de Ocalan a sus militantes pidiendo que abandonen la lucha armada y se retiren del territorio turco a partir del 1 de septiembre. Ocalan pidió además al Estado turco que apoye este «proceso de paz» dirigido a poner fin al conflicto kurdo.
Ayer el PKK anunció que apoya el llamamiento de su jefe a abandonar la lucha armada y retirarse del territorio turco. Sin embargo, el primer ministro, Bulent Ecevit, indicó que el Estado turco rechaza «comerciar» con una organización «terrorista». El PKK, creado en 1978 por Ocalan, pretende la creación de un Estado kurdo independiente en el sureste de Turquía