El Rey de España, Juan Carlos I, y el nuevo rey de Marruecos, Mohamed VI, oraron juntos ante el féretro de Hasán II en el Palacio Real de Rabat y no pudieron contener las lágrimas ante la pérdida del monarca alauí. La escena tuvo lugar en la sala donde se encontraba el féretro con los restos mortales de Hasán II, a cuyos funerales asistió una amplia representación española encabezada por los Reyes y el Príncipe de Asturias.
También se desplazaron hasta Rabat el presidente del Gobierno, José María Aznar; el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes; el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves; el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia; y el coordinador de organización del Partido Popular, Pío García Escudero. Todos ellos coincidieron en la sala de autoridades del aeropuerto marroquí, donde el Rey de España pidió al nuevo rey, Mohamed VI, que le considere como su hermano mayor y expresó su deseo de que continúe la relación de amistad entre ambos países.
El Monarca, visiblemente emocionado, aseguró que no es fácil definir en estos momentos lo que la cabeza y el corazón sienten. No obstante, subrayó que lo mismo que cuando hace quince días acudió a Rabat para cumplimentar al rey Hasán II con motivo de su aniversario, ahora llega a la capital marroquí «a cumplimentar en unos momentos realmente tristes a mi hermano más joven». «Le he dicho al rey Mohamed VI que lo mismo que era mi hermano mayor el rey Hasán II, ahora soy yo su hermano mayor», añadió. Con posterioridad, los Reyes, el Príncipe Felipe y el jefe del Ejecutivo se trasladaron hasta el palacio real de Rabat, donde expresaron sus condolencias al nuevo monarca y hubo un momento de especial emotividad cuando Don Juan Carlos y Mohamed VI no pudieron contener las lágrimas por el fallecimiento de Hasán II.