China levantó ayer la voz de forma ostensible frente a Washington, al admitir públicamente por primera vez que posee la tecnología de la bomba de neutrones, en un momento en el que la tensión con Taipei está aumentando peligrosamente. En una rueda de prensa organizada para rechazar las acusaciones de espionaje nuclear formuladas por Washington contra Pekín, el portavoz del Gobierno chino indicó que China había «controlado sucesivamente» la tecnología de la bomba de neutrones y luego la de la miniaturización de las armas nucleares en los años 70 y 80.
Según un experto militar occidental, la decisión de Pekín de hacer pública esta información es principalmente un mensaje dirigido a Estados Unidos, mientras las relaciones entre ambos países están en su nivel más bajo después de que la OTAN bombardeara la embajada china en Belgrado el pasado mayo.
Además, la tensión no ha dejado de aumentar entre Pekín y Taipei después de que el presidente taiwanés afirmara el pasado sábado a una radio alemana que Taiwán debía mantener relaciones «de Estado a Estado» con China.
La guerra verbal entre la isla y el continente, separados desde la huida del régimen nacionalista a Taipei, en 1949, alcanzó su apogeo con una declaración del ministro chino de Defensa, Chi Haotian, dejando planear claramente la amenaza de una intervención militar china en Taiwán para evitar que la isla proclame su independencia. Taiwán reaccionó aumentando el estado de alerta de sus tropas en la isla de Quemoy, situada a 2 kilómetros de las costas chinas.
Sin embargo, según los expertos militares, los detalles adelantados ayer por China sobre su programa nuclear apuntan también a «marcar su hostilidad» frente al refuerzo de los vínculos militares entre Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, en particular el programa de defensa antimisiles que podría incluir finalmente a Taiwán.