El grupo guerrillero Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) intensificó sus ataques el sábado, a sólo diez días de que empiece la fase de negociaciones con el Gobierno, en una jornada que dejó más de un centenar de muertos. El agravamiento de la situación, tras anteriores combates que dejaron más de setenta muertos el jueves, obligó al Gobierno a decretar restricciones al tráfico de vehículos durante la noche en nueve departamentos, que suman casi un tercio del territorio colombiano.
Las FARC, que desde el 7 de enero pasado mantienen conversaciones con el Ejecutivo, atacaron el sábado quince municipios de diez departamentos y causaron la muerte de cinco policías, pero fueron repelidos por las Fuerzas Militares, apoyadas por aviones y helicópteros. El subcomandante del Ejército de Colombia, general Néstor Ramírez, cifró hoy entre 100 y 200 el número de guerrilleros de las FARC que pudieron haber muerto en las últimas horas en ametrallamientos de la aviación militar.
Según Ramírez las operaciones castrenses se llevaron a cabo en la localidad de Hato Corozal, en el departamento petrolero de Casanare (noreste), atacada el pasado viernes y ayer por una nutrida facción guerrillera. No obstante un balance oficial entregado ayer por el Ejército señala que en Hato Corozal la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) bombardeó seis camiones de las FARC dando muerte a 38 insurgentes.