El primer ministro ruso, Serguéi Stepashin, dijo ayer que Moscú considera «culpable» del conflicto de Kosovo al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, pero criticó a Occidente por condicionar su ayuda a Yugoslavia a un cambio del régimen de Belgrado. «Rusia reconoce la culpa de Milosevic por los acontecimientos de Yugoslavia», subrayó Stepashin en rueda de prensa conjunta con el jefe del Gobierno francés, Lionel Jospin.
Stepashin hizo estas declaraciones al día siguiente de que el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Igor Ivanov, admitiera, aunque en términos ambiguos, que Belgrado practicó «limpieza étnica» en Kosovo durante su conflicto con la OTAN.
Sin embargo, Stepashin se opuso al empeño de Occidente de exigir la salida de Milosevic de la Presidencia yugoslava como condición para extender a Serbia, cuya economía ha sido destruida por los bombardeos aliados, el programa de ayudas para la reconstrucción de la región. «Hace falta que los serbios mismos quieran la salida de Milosevic», consideró Stepashin.
Por otra parte, los máximos representantes de la guerrilla separatista albano-kosovar (UCK) y de los serbios kosovares emitieron ayer en Pristina un llamamiento conjunto a la población para que permanezca en sus hogares en Kosovo y empiece el proceso de reconciliación. «Quédense en Kosovo o, si se han marchado, vuelvan a esta Región», se dice en el comunicado.