La contribución de España a la policía internacional que será desplegada en Kosovo cubrirá «el cien por cien» de los efectivos solicitados por las Naciones Unidas, informó ayer en rueda de prensa el ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes.
El ministro, quien participó ayer en la reunión del llamado Grupo de Amigos de Kosovo, celebrada bajo los auspicios del secretario general de la ONU, Kofi Annan, indicó que España enviará a 50 observadores, oficiales de la Guardia Civil y de la Policía. Además, mandará a una unidad especial integrada por 110 guardias civiles para mantener el orden y formar a otros policías en la región, al margen de los 1.200 soldados españoles que se están desplegando en la zona, explicó.
Por otra parte, está previsto el envío de equipos forenses, que estarían integrados por catorce personas, para colaborar con el Tribunal Penal Internacional. Matutes, quien calificó la reunión de «constructiva» y «oportuna», indicó que España se encuentra entre los países que consideran que Serbia debe recibir ayuda humanitaria. El ministro explicó que de poco serviría dar alimentos a la población si se les niega la energía eléctrica necesaria para depurar el agua o mantener los equipos médicos de hospitales.
«Hay que evitar que el pueblo serbio pague la guerra dos veces», dijo el ministro, cuya opinión difiere con la manifestada por Estados Unidos y Reino Unido, partidarios de limitar la ayuda a productos de emergencia sin apoyar la reconstrucción de infraestructuras.
Matutes estimó que «se está imponiendo el criterio» que defiende España y dijo que había sido un asunto debatido en la reunión en la que, sin embargo, no se trató directamente de la permanencia o no del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, en el poder. En su opinión, la ONU se encuentra «frente a uno de los desafíos más grandes» que ha tenido en su historia y «hay que actuar rápidamente porque la situación podría desbordarnos a todos».