Los abogados del líder rebelde kurdo Abdalá Ocalan terminaron de leer su defensa ayer en la octava vista del juicio, que quedó aplazado hasta el próximo martes, fecha en que probablemente se hará público el veredicto.
Los abogados del jefe del PKK acabaron el sumario con la lectura de su defensa de 350 páginas, que fue sobre todo de carácter político, ya que hablaron de la historia de los kurdos y sus rebeliones, que comenzaron con el sometimiento de este pueblo, hace doscientos años. En la última parte de su alegato, los abogados presentaron argumentos judiciales por los que consideran que no se puede procesar a Ocalan según el artículo 125 del código penal turco, que castiga el separatismo y la traición con la pena de muerte.
«Desde 1993, Ocalan no ha reclamado un estado kurdo ni la autonomía. En muchas entrevistas anteriores a su captura (el pasado febrero) dijo que deseaba que los kurdos y los turcos vivan juntos en una república democrática. Ha abandonado la línea separatista, así que no puede ser perseguido por separatismo», afirmaron. También hicieron hincapié en que Ocalan fue apresado de manera ilegal, lo que invalida el juicio, empezado el pasado día 31 en la isla-prisión de Imrali, en el mar de Mármara. Los abogados basaron este argumento en la decisión del Tribunal Supremo de Sudáfrica de absolver a un líder militar del Congreso Nacional Africano (CNA) condenado por un tribunal local, porque fue capturado ilegalmente en otro país.
Los letrados recalcaron que Ocalan debería ser procesado según el artículo 168/1 del código penal turco, que condena a los jefes de bandas a al menos quince años de prisión, pero «no se le puede condenar a muerte porque él nunca empuñó un arma ni participó en ninguna acción personalmente».
Finalmente, pidieron a los jueces que consideren el artículo 59 del código penal, por el que se les permite conmutar la pena de muerte por la de cadena perpetua cuando el acusado se muestra arrepentido durante el juicio.