El Gobierno alemán aprobó ayer un ambicioso programa de austeridad que recorta los gastos sociales y reduce paulatinamente el endeudamiento para alcanzar el equilibrio presupuestario en el año 2003. «Las decisiones que hemos tomado tienen dimensiones históricas, son la consecuencia de la globalización y europeización de Alemania y ponen fin a una era de falta de responsabilidad financiera», resumió el canciller federal, Gerhard Schroeder, el proyecto de reformas. En una rueda de prensa celebrada conjuntamente con los ministros de Finanzas, Hans Eichel, y de Trabajo, Walter Riester, el jefe del Gobierno de Bonn admitió, sin embargo, que el proyecto «no excluye a nadie de los esfuerzos financieros». El paquete de ahorro prevé recortes presupuestarios de 30.000 millones de marcos (15.000 millones de euros), para el próximo año, y casi otro tanto en los dos ejercicios siguientes.
«El programa de futuro 2000», elaborado por Eichel, no sólo abarca el recorte presupuestario sino que incluye también la reforma de las pensiones, la reducción del impuesto de sociedades y la subida de los precios de la energía y carburantes. Al mismo tiempo, se incrementan las ventajas fiscales para las familias y las ayudas por hijo, que ya en enero pasado aumentaron en 30 marcos (15 euros) hasta 250 marcos (125 euros) y que experimentarán una nueva subida de 20 marcos (10 euros) a partir del próximo año.
Además de los 30 millardos de recorte en el próximo año, el proyecto prevé un ahorro de 150 millardos de marcos en un plazo de cuatro años. El endeudamiento público ira disminuyendo paulatinamente, comenzando con 50 millardos de marcos en el 2000 y acabando con 30 millardos en el 2003, momento en el que se alcanzaría el equilibrio presupuestario.