El dirigente del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdalá Ocalan, señaló ayer que la rebelión de su organización durará «unos cien años» si el Estado turco se mantiene «insensible» a su llamamiento a una solución pacífica del conflicto kurdo y le condena a muerte.
«Queremos que un Estado democrático turco nos comprenda. Si éste permanece insensible a mi llamamiento, la lucha del PKK podría durar aún una centena de años, contando con ayuda de países extranjeros», declaró el jefe rebelde durante la séptima jornada de la audiencia de su proceso en la isla-prisión de Imrali (oeste del país), ejerciendo el uso de palabra concedido para su defensa.
Ocalan es juzgado por traición y atentado a la integridad territorial de Turquía, lo que podría costarle la pena de muerte, pese a las llamadas internacionales para no se produzca.