Las fuerzas yugoslavas deberán haber abandonado totalmente Kosovo esta noche, tras su retirada a tiempo de la «zona 2», según confirmó ayer la OTAN. Mientras tanto, las tropas de la OTAN continúan su despliegue en Kosovo, donde se reunirán dentro de unos días con el contingente ruso, de acuerdo al pacto alcanzado con Moscú.
El consenso sobre la participación de los rusos en la KFOR (Fuerza de Paz en Kosovo), exigido por la guerrilla albanesa para iniciar el abandono de las armas, ha permitido el descenso de la tensión.
Además, el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) anunció ayer
que «sus hombres no llevarán más armas en las calles de las
ciudades».
La KFOR, que tendrá 50.000 hombres en total, estará formada también
por 3.600 soldados rusos. Estas tropas, que sustituyen al sector
autónomo que Moscú pretendía obtener de los occidentales, serán
repartidas en tres de los cinco sectores existentes: el norte bajo
el mando francés, el este americano y el sur alemán. A ello hay que
añadir el aeropuerto de Pristina, que será controlado por los
rusos, mientras que el control aéreo recaerá en manos de los
militares de la Alianza. Por su parte, el presidente ruso, Boris
Yeltsin, «ha aprobado» el acuerdo de Helsinki, según indicó ayer en
Colonia el primer ministro ruso, Serguei Stepashin.