Los efectivos alemanes de la fuerza internacional de paz para Kosovo (KFOR) descubrieron ayer más de 20 cuerpos carbonizados en una casa de Velika Krusa, al sur de Kosovo. «Por el momento sabemos con certeza que hay por lo menos 20 cadáveres, totalmente quemados», indicó el capitán Michael Bos. Según los habitantes de la zona, en otras aldeas también hay cadáveres de hombres que han sido quemados vivos por las fuerzas serbias, acusados de pertenecer al Ejército de Liberación de Kosovo (ELK).
El acceso al lugar de la masacre se ha prohibido por motivos de seguridad, y las fuerzas de la KFOR, avisadas por un aldeano, esperan la llegada de un equipo de investigadores «de la KFOR o del Tribunal Penal Internacional».
Según Ismet Tara, de 36 años, que condujo a las fuerzas alemanas al lugar, más de 50 hombres fueron asesinados, «quemados vivos» en esa casa, dos días antes del comienzo de los bombardeos de la OTAN, el 24 de marzo.
Los cadáveres fueron descubiertos «hace tres semanas» por guerrilleros del ELK. Esa aldea tenía unos 6.000 habitantes, entre los cuales había unos 50 miembros del ELK, según Ismet Tara, quien dijo pertenecer al movimiento.
Toda la región está minada, según han advertido a los habitantes, los combatientes del ELK y la KFOR. Según otro testigo que viajó a Velika Krusa para informar a los militares de la KFOR, hay más cadáveres de hombres, muertos a balazos, en Drini, cerca de Malenka Krusa. «Formaban parte del grupo de aldeanos de Velika Krusa que fue llevado a Prizren. Fueron detenidos en Drini y asesinados. Todavía están allí», explica Dina Shyqri.