El ministro de Exteriores, Abel Matutes, descartó ayer la necesidad de ampliar la participación española en la fuerza de paz para Kosovo, fijada inicialmente en 1.200 hombres, ya que esta cifra es «importante» si se tiene en cuenta el «reducido papel» que ha jugado España en los aspectos militares del conflicto.
Matutes señaló «que en este momento ya están tomando las correspondientes disposiciones y, probablemente, serán encuadrados dentro de una unidad superior» junto a tropas italianas y portuguesas.
Matutes subrayó que la aportación española ha sido «más importante» en todo lo relativo a la ayuda humanitaria, materia en la que España se ha «esforzado por acrecentar» su papel, y también ha sido destacada en la búsqueda de una salida diplomática al conflicto, según recalcó.
El ministro de Defensa, Eduardo Serra, se mostró por su parte, satisfecho con el acuerdo firmado entre la OTAN y Yugoslavia. Serra aseguró que ha sido una «victoria moral extraordinaria» porque «hemos conseguido los objetivos» marcados y explicó que la salida de Milosevic es una cuestión secundaria, no por menos importante, sino en el tiempo, aunque matizó que esta será una de las primeras cosas a tratar una vez que se hayan retirado las tropas serbias de Kosovo. No precisó una fecha para la vuelta de los refugiados porque, según explicó, ahora hay que ver la situación en Kosovo «casa por casa» y comprobar los terrenos que están minados.
Con relación a la participación española en la fuerza internacional de paz dijo que se mantiene en 1.200 hombres aunque reconoció que había manifestado la disponibilidad de enviar un contingente mayor, pero la decisión se adoptó por el Presidente y el Consejo de Ministros, en función también de factores económicos y políticos, no sólo de disponibilidad militar.